17 de enero de 2008

Miércoles 6 de junio de 2007, 11:25h

Esta ha sido una noche tranquila. Lo más peligroso que he tenido que afrontar ha sido la aguja de un yonki pasado de vueltas. Cometió el error de pensar que podía robarme.
He aprovechado para repasar un poco los acontecimientos de estos últimos meses, ordenar ideas, y hacer mentalmente una lista de prioridades. Lo primero es aclarar ciertas cosas con Juan Blanco, y pedirle consejo sobre otras. Carmen me avisará “cuando él pueda verme”.
Tócate los cojones. Vete a saber qué es lo que lo mantiene tan ocupado, porque desde luego no parece que sea la lucha contra el crímen.

Desde que sé que hay otros como yo, me pregunto como es que no hacen nada. No aparece nada en los periódicos, ni en las webs de noticias de internet. Tampoco en las de otros países. ¿Porqué soy el único del que se tiene conocimiento? He hablado con Rafa sobre esto, y su respuesta ha sido contundente: “Probablemente sean más discretos que tú.” Si él lo dice debe ser así. Es el único tipo que conozco con el poder de tener siempre la razón.

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