25 de abril de 2007

Su nombre

Ésta tarde, serían las cinco y poco, he notado de nuevo el zumbido delator de un escaneo mental, pero ésta vez no me ha molestado. Ha llegado más débil que nunca, posiblemente habría pasado desapercibido si no conociera la sensación, y sinceramente me ha alegrado sentir de nuevo la presencia en mi mente de "La Voz", al menos era una señal de que seguía ahí, fuera dónde fuera "ahí". Desde el lunes, cuando apareció Perro Negro, no había sabido nada de ella, y me preocupaba que la intervención del gigante la hubiera dañado o le hubiera afectado de alguna forma.
-Gracias por preocuparte, Daniel -ha dicho la voz sin rastro alguno de emoción en el tono, cómo de costumbre -. Eres un buen chico.
"Hola..." he empezado a formular un saludo, y entonces ha sido cuando me he dado cuenta de que no sabía su nombre -si es que lo tenía- y que llamarla directamente "La Voz" no quedaba demasiado bien.
-¿De verdad quieres saber cómo me llamo? -ha preguntado ella. Parecía que le extrañara mi interés.
"Ya que hablamos a menudo, creo que sería lo suyo, ¿no?"
Entonces ha guardado "silencio" durante un par de minutos. Casi he podido sentir sus dudas cómo si fueran las mías. Quizás no quería decirme su nombre. Quizás era la forma de mantenerse a salvo. Si ella lo consideraba necesario, podía pasar sin saber su nombre verdadero, con que me dijera cómo llamarla en lugar de el mote que le había puesto...
-Vale, te diré mi nombre..., sólo es que hace mucho que no se lo digo a nadie. No llego a conocer a demasiadas personas aquí, ¿sabes? Sí, puedo leer por encima lo que piensan, muy vagamente la mayoría de las veces, ver a través de sus ojos en ínfimas ocasiones, e incluso comunicarme con algunos, como contigo, pero son muy pocos los que están predispuestos a ello.

Es extraño, ahora, después de leer lo que acabo de escribir, me doy cuenta de que hasta hoy pensaba en ella cómo en algo parecido a una máquina, supongo que por ésa falta de expresión y emoción que se percibe en su tono cuando "habla". Hasta hoy había sido sólo una voz que contactaba conmigo para darme instrucciones, cómo un ordenador, más o menos.

Finalmente, después de otra pausa, me ha dicho cómo se llamaba. Tengo que confesar que no me esperaba un nombre cómo ése.

-Me llamo... Carmen.

3 comentarios:

QuiveringStar dijo...

¡Menudo ritmo de publicación llevas! Sigues bien, solo que el nombre "Carmen" ha sido un poco anticlimático.

Espero que sea adecuado a la historia. Piensa que el nombre suele ser muy importante en la literatura fantástica y más si vas a incluir bibliotecas invisibles con incunables dentro ;).

De todas maneras felicidades, consigues que deje un poco a mi Thursday Next para visitarte.

Daniel Estorach Martín dijo...

Sé que el nombre de Carmen puede resultar... raro, pero está hecho expresamente.

Si vais a Otras Historias y os mirais Las Furias sabreis algo más ;)

Se puede considerar un guiño, un cameo, y es que hay todo un "universo" detrás que poco a poco se va a ir desvelando.

Un saludo

Anónimo dijo...

Felicidades, me encanta la historia y creo que está muy bien redactada.

Solo una pequeña errata que he encontrado en el capitulo de hoy:
en lugar "de el" mote que le había puesto...

Sigue así. Un saludo,

Javi